Actualmente en España , es casi imposible encontrar tiendas que se dediquen a esto, al parecer hace un par de años hubo una tienda en barcelona donde se podían encontrar estos insectos listos para el consumo, bien sean enlatados, en conservas, con chocolates, en fin, de las distintas maneras que uno puede imaginar, pero ahora mismo, como dije antes, como no los captures por ti mismo, dificulto que puedas matar la curiosidad, si es que la tienes...y si, eso fue lo que hice.
Hace unos días vi un vídeo donde una persona estaba defendiendo el incluir en la dieta humana a los insectos, por sus innumerables ventajas, aquí les dejo el enlace y así lo miran por ustedes mismos. Esto me hizo volver a poner sobre la palestra la curiosidad de probar estos animalitos...así que aprovechando un día de sol y playa y con la ayuda de una red, cacé a un saltamontes desprevenido.
Este acto no es apto para sentimentales, ya que cuesta mucho atrapar a un insecto (por mucho asco o fobia que le tengas) y tenerlo ahí preso haciéndose preguntas del tipo "quien soy?" "de donde vengo?" y "a donde voy?"..uno se mira a si mismo haciendo un acto cruel..pero mira, todo sea por la investigación culinaria.
Solo quise atrapar un saltamontes para hacer una prueba, no quería estar sacando de su habitats a mas bichitos de esos y a sacrificarlos así sin antes saber si la cosa resultaba bien o no, así que para este plato solo vamos a necesitar como ingredientes:
- Un saltamontes
- Sal al gusto
- Aceite de oliva
Una vez traído el insecto a casa, lo pondremos en el congelador unos pocos minutos para que muera y así poder manipularlo mejor, supongo que seria bastante engorroso tener que estar trabajando con el vivo, aunque bueno, las langostas, los mejillones, las almejas y muchos moluscos mas se cuecen vivos, por lo que esto supongo que con la practica se puede convertir en un acto natural.
Una vez muerto, y como se ve en la foto anterior, literalmente con la pata estirada, precedemos a quitarles las patas traseras y las alas.
El lugar donde se agarro el saltamontes era en una playa se puede decir casi solitaria, con un bosque muy cerca, por lo que dudo que el entorno pudiera tener algún tipo de contaminacion que pudiera traspasarse al insecto, de todas maneras, para prevenir cualquier cosa, antes de freírlo, lo cocí con un poco de agua y sal a fuego alto durante 5 minutos.
Llegados a este punto, lo sacamos y dejamos secar...pude notar que al igual que pasa con los camarones y langostinos, los saltamontes adquieren un color rojizo al cocer...Estaba duro, por lo que pensé que ya podía comerse así, aun así, como lo quería era frito. De esa manera podía ser mejor para mis barreras mentales y poder comerlo sin problemas
En una sartén , ponemos un chorrito de aceite de oliva, calentamos a temperatura media alta y colocamos el saltamontes dentro. Freímos por un poco menos de un minuto.
Una vez dejado enfriar, no puedo negar que me costo llevarme el aperitivo a la boca...Los prejuicios hacia el comer algo a lo cual le tienes asco, o miedo o que simplemente nunca pensarías que pudiera comerse, son tan fuertes como la curiosidad de intentarlo... Lo tuve en la mano un par de minutos y contando hasta 10 varias veces hasta que bueno, la curiosidad mato al gato...bueno, mas bien al saltamontes.
Debo decir que de textura, al estar frito, era algo crujente, muy crujiente y muy suave, no se le nota nada que tenga que ver con la tripas o cualquier cosa que nos podamos imaginar que tenga por dentro del cuerpo.
De su sabor, a mi particularmente me supo a esos trocitos fritos de tocineta (bacon), esos trozos que están fritos y tostaditos de tocineta..así tal cual me supo, nada mas pude apreciar..
En conclusión? si, los volvería a atrapar y a preparar, pero esta vez mas de uno..
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| Saltamontes frito |
Así que animate...se valiente...puede ser la comida del futuro.
